La situación económica hostil que hemos atravesado en los últimos años ha hecho que los profesionales también se reinventen para hacer brillar su talento. Tal y como nos explica Andrés Ortega en su artículo En búsqueda del talento encontrado, existen una serie de cualidades que se han visto resaltadas y potenciadas en los profesionales, movidos en parte por el entusiasmo y en parte por el miedo a perder sus puestos de trabajo. Sean cuales sean las razones, nos encontramos con profesionales más empáticos, más proactivos y con mayor predisposición a la creatividad:
– Resiliencia: Los profesionales hemos aprendido a sobreponernos ante las situaciones difíciles. Vernos en situaciones como la pérdida de ingresos, de estatus o incluso del propio puesto de trabajo nos ha servido para crear una resistencia mayor a los imprevistos.
– Flexibilidad: Los esquemas mentales rígidos ya no sirven. La situación ha obligado a los profesionales a volverse multitarea y a entender que las rotaciones y los cambios son el pan nuestro de cada día.
– Capacidad relacional: Las conexiones con todas las personas que nos encontramos en nuestro ámbito profesional se han intensificado, ya que los profesionales hemos comprendido que es mejor la colaboración que la competencia.
– Creatividad innovadora: Los profesionales hemos aprendido durante lso últimos años que para destacar hay que buscar soluciones y propuestas diferentes.
– Aprendizaje constante: El aprendizaje de nuevas técnicas, formas de trabajar y comunicarse se ha convertido en un mecanismo de supervivencia para los profesionales, que se encuentran en un proceso constante de reciclaje de conocimientos.