El comercio electrónico es una realidad cada vez más presente. Los consumidores hacen cada día más compras en internet y la red se convierte en un aliado más poderoso para llegar al consumidor final.
Según los últimos datos de Red.es el número de consumidores online ha crecido un 14% en el último año en España, además de el gasto que han hecho a través de sus compras en la Red, situándose la media en 848 euros por consumidor. Estos números convierten al sector en un marco atractivo que ofrece nuevas oportunidades a las empresas, con un alto potencial de escalabilidad. Muchos compradores no han dado aún el salto a la Red.
– Cuidar muy bien la atención al cliente: es la diferencia
El consumidor de ecommerce es ciego y, por eso, se requiere de un fuerte servicio de atención al cliente que refuerce su decisión de comprar. La atención al cliente es el arma que puede marcar la diferencia entre que nos compren o vayan a ptra web con un mejor servicio en este sentido.
– El envoltorio cuenta
Si conseguimos que el paquete que enviamos sorprenda desde antes de abrirlo, el cliente lo recordará y nos comprará más a menudo. La típica caja de cartón no genera recuerdo, debemos intentar diferenciarnos a partir de un packaging original y diferente, que con el tiempo se sepa a simple vista que es nuestro.
– Conviértete en un políglota
Desde el momento en el que empezamos a vender fuera de nuestro entorno, debemos empezar también a pensar que no todos nuestros clientes conocen el idioma. Cuídate bien de que la documentación y el empaquetado, así como las posibles intrucciones lleguen en la lengua del comprador y te asegurarás futuras ventas. Si eres capaz de tener la tienda misma en varios idiomas, tu negocio será tan grande como lo quieras hacer.
– Emplea el marketing contextual
Cuanto más conozcas a tus clientes al conjunto de ellos y a cada uno de manera individual, más probabilidades tendrás de ofrecerles productos o servicios que realmente buscan, quieren o necesitan. La personalización, el marketing contextual, entra aquí en juego, como el uso de información sobre los comportamientos de las personas.